LA POLÍTICA DE VENDER POR VENDER: DOBLE MORAL A CUALQUIER PRECIO

Según la Real Academia de la Lengua, Publicidad es definida como la “Divulgación de noticias o anuncios de carácter comercial para atraer a posibles compradores, espectadores, usuarios, etc.”... pero qué tipo de anuncios comerciales deben o no ser trasmitidos, cuál es el lugar que ocupa la ética o como otros prefieren llamar moral del publicista.

Coca-Cola destapa la felicidad

La publicidad es fascinante, es el arte de la persuasión, de esconder los defectos y ensalzar las virtudes. A todo se le puede aplicar un enfoque publicitario independientemente de lo que sea; vender productos nocivos para la salud como cigarrillos, promocionar de figuras políticas con propuestas con alto contenido ficticio, crear esencias de marca que prometen felicidad con una gaseosa -cuyo consumo trae grandes consecuencias-, o sexualizar la imagen de la mujer promoviendo comportamientos indebidos, se ha convertido en el pan de cada día.

Es así como la globalización y otros fenómenos, han empujado al límite del abismo de la política de vender por vender, sin importar los mensajes a los que se tenga que recurrir, con el fin último de ser vistos. Varios son los casos que pese a causar polémica no pasan de ser materia de algarabía popular, que más rápido que un parpadeo son ocultados por cortinillas de humo que distraen la atención de quienes están expuestos, y terminan por atraerlos más.

Imagen Campañas niñas Vogue

La campaña de Vogue Paris Cadeaux de diciembre / enero que exhibe mujeres de pequeños cuerpos, es una de las muestras más claras sexualización, niñas con edades entre los 5 y 8 años son expuestas al público en la portada de Vogue, vestidas con trajes de alta costura, maquilladas, adornadas y en poses insinuantes como si se tratara de adultas, no sé si 
 pretenden mostrar a las futuras víctimas de la moda, o que sus tallas son tan pequeñas que le quedan bien a las niñas o que sus diseños consiguen sexualizar a cualquier mujer, incluso cuando aún no lo es.

La publicidad o mejor el publicista juega con la doble moral, porque pese a conocer las implicaciones de comunicar falsos beneficios e incluso promover conductas “éticamente” incorrectas, su labor comunicativa no tiene ninguna modificación Es necesario sacudir los parámetros morales para comunicar o no es estrictamente necesario violarlos? En mi opinión no… y ahora ¿quién pide la palabra?

Fuente: http://www.elbloginfantil.com/controvertida-portada-vogue-ninas-modelo-excesivamente-sensuales.html

Juliana Horta Cubillos